

Mitos y verdades sobre el pectus excavatum y su tratamiento
El pectus excavatum es una condición poco conocida por muchas personas, lo que ha dado lugar a una serie de mitos y desinformación. En este artículo, aclararemos los conceptos erróneos más comunes y te proporcionaremos información respaldada por especialistas.
Mito 1: El pectus excavatum es solo un problema estético
Verdad: Aunque el aspecto visual del pecho hundido es una de las preocupaciones más frecuentes, el pectus excavatum también puede afectar la salud. Dependiendo de la severidad, puede generar problemas respiratorios, fatiga, palpitaciones e incluso afectar el funcionamiento del corazón y los pulmones. Es importante que un especialista evalúe cada caso para determinar si el tratamiento es necesario.
Mito 2: Solo los niños pueden corregir el pectus excavatum
Verdad: Si bien el tratamiento en niños y adolescentes es más efectivo debido a la flexibilidad del tórax en crecimiento, los adultos también pueden corregirlo mediante cirugía o, en casos seleccionados, con la campana de vacío. Actualmente, la cirugía mínimamente invasiva con la técnica de Nuss se realiza en pacientes de distintas edades con buenos resultados.
Mito 3: La única solución es la cirugía
Verdad: La cirugía es una opción efectiva para los casos moderados y severos, pero existen tratamientos no quirúrgicos que pueden ayudar en algunos casos leves o en pacientes jóvenes. La campana de vacío es una alternativa que ha mostrado buenos resultados al estimular el remodelado del tórax. Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos para este método, por lo que es fundamental una evaluación médica.
Mito 4: La cirugía es extremadamente peligrosa y tiene una recuperación muy larga
Verdad: Como cualquier procedimiento quirúrgico, la corrección del pectus excavatum tiene riesgos, pero con los avances en técnicas mínimamente invasivas, la cirugía se ha vuelto más segura y con una recuperación más rápida. En muchos casos, los pacientes pueden retomar sus actividades normales en pocas semanas, siguiendo las recomendaciones médicas adecuadas.
Mito 5: El pectus excavatum siempre empeora con el tiempo
Verdad: En algunos casos, especialmente si la deformidad es leve, el pectus excavatum puede permanecer estable durante la vida. Sin embargo, en otras personas, especialmente en la adolescencia, la condición puede volverse más pronunciada. Por eso, es importante una evaluación temprana para determinar si se requiere algún tratamiento.
Mito 6: Hacer ejercicio puede corregir el pectus excavatum
Verdad: Aunque el ejercicio puede fortalecer los músculos del tórax y mejorar la postura, no puede corregir la deformidad ósea del pectus excavatum. Sin embargo, mantener un buen nivel de condición física y trabajar en la expansión torácica puede ayudar a aliviar algunos síntomas respiratorios y mejorar la autoestima.
Conclusión
El pectus excavatum es una condición que va más allá de la estética y puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen. Existen diversas opciones de tratamiento, desde alternativas no invasivas hasta cirugía correctiva. Si tienes dudas sobre tu condición, lo mejor es acudir a un especialista para una evaluación precisa y un plan de tratamiento adecuado.
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